Un mes después: Glossy Box de San Valentín

Hace casi un mes que no paso por estos lares, así que no me voy a dedicar ni a explicar lo muy liada que he estado, ni lo que he echado de menos leer otros blogs ni pedir perdón a las que han dejado comentarios y no he podido contestar aún. Vamos a hablar de la Glossy Box de San Valentín, porque como lo deje un poco más recibo antes la de Carnaval. Por lo visto la de febrero tiene nombrecito especial también, pero no tendrá una caja diferente como las dos últimas.

La Glossy Box de San Valentín, con piruleta incluída.

Lo que no sé es si tendrá productos especiales, más coloristas o regresamos a la normalidad total. Llevo dos cajas y las dos me han gustado, a ver si con la siguiente también dan en el clavo. Lo de incluir una piruleta de corazón ha sido un acierto: llevo una semana comiendo piruletas. Y me han gustado las Glossy Box de Navidad y San Valentín a pesar del predominio de olores a rosa. Me encanta la flor, pero no soporto su olor, por lo que cuando abrí la caja y me encontré con esto casi me da mal.

Crema de manos Natural Rose.

Al final ha sido mucho mejor de lo que me esperaba. La crema de manos de Natural Rose huela a rosa, pero un ratito e hidrata muchísimo. Supuestamente debería alisar las arrugas de las manos, pero es que de momento (quiero creer) no tengo, así que a ese respecto no puedo opinar. Eso sí absorbe muy bien, no es densa e hidrata durante bastante tiempo.

Similares resultados he obtenido con la crema hidratante de Be+, oficialmente definida como emulsión hidratante enriquecida. Y esta no tiene prácticamente olor, por lo que me encanta. Tenía la piel súper seca y me ha hidratado mucho. Me encanta. Eso sí, marca de farmacia así que os podéis imaginar que la pega que el encuentro es el precio.

Emulsión hidratante enriquecida Be+.

Lo mismo que me pasa con el sérum de Broaer. Con esta melena que me gasto 75 mililitros me duran un respiro y a casi 12 euros el frasco debería ser prácticamente milagroso. Y no, no lo es; es bueno, pero no llega a milagro. Ayuda a desenredar el pelo y las puntas si se ven mejor (sólo lo he usado hoy), pero lo de que ayuda a al alisado no. Al menos a mi no, pero es que este pelo mío y el clima Cantábrico son un reto para los tratamientos alisadores.

Sérum de Broaer.

Y ya por último me quedan los dos productos que menos interés me han suscitado. No es que no me gustaron, sino que sé que no los voy a comprar nunca. El gloss de Bell es muy mono, con un tono rosita que queda guapo y no es pegajoso (lo que es de agradecer) ni reseca los labios, pero es que la colección de glosses que tengo no la acabaría en la vida, así que intento no comprar más.

Gloss de Bell.

Y luego está el Aguacalma de Álvarez Gómez Balneario. Es la única de las marcas que venían este mes en la Glossy Box que conocía con anterioridad. No tiene un olor ni que adoro ni que repele, pero es que no le veo mucha utilidad. La he usado un par de veces al salir de la ducha y al poco rato no había ni resto del olor, así que creo que voy a echarle unas gotitas en la almohada los días que tengo problemas para dormir, que puede que ayude, porque viendo que lo definen como "bálsamo para cuerpo y espíritu" algún efecto podría tener, ¿no?

Aguacalma de Álvarez González Balneario.