No sé si a alguien más le pasa o soy la única, pero el día que te decides a ir de compras y dejar la tarjeta temblando no encuentras nada. El día que no vas de compras, porque tu no necesitas nada, no puedes/quieres gastar y simplemente acompañas a tu madre al súper es el día que caes.
Eso me pasó a mi el viernes pasado. Y de verdad que lo único que consuela es que lo que me traje estaba de rebajas. La compra, pensando objetivamente, me salió barata y es práctica. Es un jersey de Mexx, que costaba 49,95 euros y yo lo traje por 14,9 euros (creo que nunca había cogido una rebaja así).
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| Foto chuchurría hecha con la blackberry con el catálogo de Tintoretto debajo. |
Eso está bien, pero lo mejor es que aunque es de verano yo me lo voy a poner en otoño. Sí, que el tiempo que ha habido aquí estos meses no es de verano, pero andar con un jersey de manga tres cuartos en agosto (aunque no sobre muchos días) se me hace raro. Es flojito, así que con una camiseta morada debajo o una blusa azul me viene perfecto para poner a diario con vaqueros.
Aunque claro, ahora que lo pienso, es el segundo jersey de rayas que me compro en una semana y se va a unir en el armario a los tres o cuatro que ya tenía de antes. Vale sí, que tengo claro lo que considero un básico. Lo que no tengo tan claro es recordarlos cuando entro en una tienda.
Pero bueno, a pesar de la compra hay que decir que fui buena y me comporté. Eché un vistazo a la ropa de nueva temporada con las manos metidas en los bolsillos, para ver si así evitaba coger algo. Eso sí, las dependientas de El Corte Inglés debieron de pensar que me faltaban uno o dos hervores. Y no me acerqué a la sección de bolsos, mi criptonita particular.
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