jueves, 7 de febrero de 2013

Manicura de topitos

Cuando estudiaba en la facultad descubrí que una de las cosas que me ayudaba a relajar tensiones en época de exámenes era pintarme las uñas. Con los años acabó convirtiéndose en un hábito y ahora no es el hecho de hacerme la manicura lo que me relaja, sino el comprar esmaltes. De ahí la amplia y variada colección de colores y posibilidades uñiles que se almacenan en mi habitación y la cara de sorpresa de algunas dependientas cuando me ven irme con media docena de esmaltes en cinco minutos. Gracias Kiko, H&M y demás tiendas recurridas en estas situaciones.
Foto de Ricardo Solís (La Nueva España)
El hecho de que cuando era pequeña me comiera las uñas y tenía unas manos que daban asco ayuda bastante a que ahora me guste arreglármelas con mejor o peor acierto. Además se han acabado por convertir en mi particular excentricidad teniendo en cuenta que a la hora de vestir soy bastante sosa. La maña la hace la práctica y aunque no siempre quedan como querría vamos consiguiendo resultados.

A juego con el cambio de estética del blog y con vistas a que la invasión de los topitos parece que nos acompañará varios meses más os enseño dos manicuras muy recurridas y fáciles de hacer con los lunarcillos como protagonistas.

La de la foto superior fue rebautizada como 'manicura lacasitos' dado que había lunares de distintos colores sobre un fondo blanco. Los compañeros de La Nueva España estaban preparando un reportaje sobre manicuras y me pidieron una para fotografiar y reconozco que fui a lo seguro: base blanca y topitos de colores sin hacer ningún dibujo concreto. Cinco esmaltes, un palillo, un folio y cinco minutos después estaba ese resultado que acabó siendo muy recurrido hasta hace unos meses.

Esta manicura es más reciente y lo primero justificar que no esté muy allá porque la hice antes de quitar los restos de esmalte de la cutícula. Dicho lo cual esta también fue improvisada porque me regalaron un esmalte dorado y no me gustaba como me quedaba toda la uña dorada, así que improvisé dados en las uñas con un palillo y un fondo negro.

Para otro día quedará lo de enseñaros mi colección de esmaltes y lo que últimamente estoy comprando de nail art, porque lo primero es coger más práctica en estas lindes.

1 comentario:

  1. Ambas dos me gustan.
    La segunda, la negra y dorada pega más para salir de noche o para alguna cena importante. O aunque no sea importante, da igual. Vamos, pa' ir a cenar al McDonalds, no.

    ResponderEliminar