Alber (Lanvin): "El éxito es como el perfume, sólo puedes olerlo. Cuidado como lo bebas"

En los últimos meses me voy acostumbrando a cruzarme con cantantes, actores y hasta políticos de talla internacional. Es lo que tiene tener en casa el Centro Niemeyer, que igual te encuentras con Jessica Lange que entrevistas a Rufus Wainwright. Pero ayer no fue sólo eso, por primera vez trajeron a alguien relacionado con la moda. En realidad no fue el Niemeyer, sino The New York Times, que organizó sus entrevistas en Avilés. Y entre los entrevistados quién estaba...

Alber. No Albert de Saint-Laurent, ni Alber de Lanvin, sólo Alber, como él dijo. Alber Elbaz. Sin duda fue el mejor de los que pasaron por allí, dejó una cantidad enorme de titulares y encima nos reímos. No tiene nada que ver con los diseñadores narcisistas y pretenciosos que todos tenemos en mente. Simplemente un encanto y alguien al que te quedas con ganas de entrevistar.

Durante hora y media habló sin tapujos de su infancia, cuando su madre preguntaba preocupada a la profesora "por qué me pasaba el día haciendo bocetos de mujeres", de cuando llegó a Nueva York "con 25 dólares y dos maletas: una llena de ropa y otra de sueños; no conocía a nadie, no hablaba inglés y no tenía el físico maravilloso de Tom Ford", por lo que comenzó haciendo prendas baratas, que nada tienen que ver con las de ahora.

Su llegada a Saint-Laurent, su marcha y cómo entró en Lanvin fueron otros de los temas tratados por Cathy Horyn, de The New York Times. "Lo que me importaba del contrato era la libertad creativa. Y quería trabajar con la gente que yo quisiera y hacer las cosas que yo amo". Y lo consiguió, aunque declara que a día de hoy su sueño sigue siendo ser doctor, "aunque igual estudio para enfermera", bromeó aludiendo a todo el tiempo que tardaría en sacar la carrera de medicina.

Reconoce que no tiene cuenta de correo electrónico, pero que a diario lee las noticias en internet y, cómo no, se le preguntó acerca del golpe de márketing dado hace unas semanas y con el que causó sensación al llevarlo a Youtube con la música de Pitbull. "Nunca me he metido en drogas porque sé que me encantarían y me convertiría en un yonqui", indicó y aseguró haberse impresionado sobremanera por la muerte de McQueen. "Lo que lo mató fue el sistema, que fue demasiado grande".

Fueron muchas las frases que dio y que merecerían ser titulares. Como son tantas voy a mencionar alguna:

"La moda es un sueño, no un empleo, algo que me lleva a otro planeta"

"La gente que lleva vidas complicadas necesita moda para ser más felices"

"No quiero ver un vestido en una mujer, sino una mujer con un vestido. Quiero prendas que susurren, no que griten"

"El éxito es como el perfume, sólo puedes olerlo. Cuidado como lo bebas"

"En el mundo de la moda se piensa que hay que ser muy cool, pero lo peor es ser la Miss América del año pasado"

"Me sentía que no era parte de la familia de Saint-Laurent"

"Un vestido bonito es como un chocolate sin azúcar"