Si los temas tratados hasta ahora en la Semana de las Mujeres Reales afloraban alguno de los tabús de las chicas con kilos de más el de hoy puede que sea el más polémico de todos: las rayas. Yo, que siempre he sido rellenita desde mi más tierna infancia, creo que no me puse algo con rayas hasta habrá diez años (y voy camino de cumplir 32).
Da igual que estuviera más gorda o más delgada, las rayas eran el demonio hecho tela y ni siquiera osaba ponerme algo que las tuviera. Durante muchos años no me puse nada con rayas. Luego llegó el día en que leyendo me enteré de que no todas las rayas eran malas, que había unas, las verticales, que incluso podían estilizarte la figura.
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A partir de ahí empecé a ver a las rayas con otros ojos. Me empecé a probar ropa con rayas verticales y oh, sorpresa tampoco me estilizaban. Así que un día, casi con la idea de autoflagelarme en el probador de alguna tienda me probé algo con rayas horizontales. Era una camiseta de Zara (benditos tiempos en que era consumidora de Amancio) y no sé si es que ese día tenía yo el bobo subido o qué, pero no me veía tan mal.
La camiseta se vino conmigo y he de decir que la puse muchísimo, me encantaba. La tiré hace unos años porque se me quedó pequeña, pero la recuerdo a la perfección: escote barco, manga francesa y a franjas anchas azul claro y beige. Después de esa vinieron algunas más. No vamos a exagerar, pero sí he tenido más camisetas y jerseys con rayas. Una de las últimas incorporaciones al armario ha sido este jersey.
La conclusión del post de hoy es la misma de toda la semana: hay que probar y jugar con la ropa y las posibles combinaciones. Todos los cuerpos son diferentes y lo que a unos queda bien a otros mal. Y lo más importante: sentirse a gusto y cómodo con lo que se lleva.
Da igual que estuviera más gorda o más delgada, las rayas eran el demonio hecho tela y ni siquiera osaba ponerme algo que las tuviera. Durante muchos años no me puse nada con rayas. Luego llegó el día en que leyendo me enteré de que no todas las rayas eran malas, que había unas, las verticales, que incluso podían estilizarte la figura.
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A partir de ahí empecé a ver a las rayas con otros ojos. Me empecé a probar ropa con rayas verticales y oh, sorpresa tampoco me estilizaban. Así que un día, casi con la idea de autoflagelarme en el probador de alguna tienda me probé algo con rayas horizontales. Era una camiseta de Zara (benditos tiempos en que era consumidora de Amancio) y no sé si es que ese día tenía yo el bobo subido o qué, pero no me veía tan mal.
La camiseta se vino conmigo y he de decir que la puse muchísimo, me encantaba. La tiré hace unos años porque se me quedó pequeña, pero la recuerdo a la perfección: escote barco, manga francesa y a franjas anchas azul claro y beige. Después de esa vinieron algunas más. No vamos a exagerar, pero sí he tenido más camisetas y jerseys con rayas. Una de las últimas incorporaciones al armario ha sido este jersey.
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| Jersey de Mexx. Rebajas verano 2011. Rebajadísimo a 14,95€ y me lo puse en otoño. |
La conclusión del post de hoy es la misma de toda la semana: hay que probar y jugar con la ropa y las posibles combinaciones. Todos los cuerpos son diferentes y lo que a unos queda bien a otros mal. Y lo más importante: sentirse a gusto y cómodo con lo que se lleva.
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Yo no estoy nada de acuerdo con la historia esta de las rayas, de hecho algunas de las camisetas con las que mejor me veo son de rayas horizontales.
ResponderEliminarPor cierto, que jersey más mono ;D